Libres eran cuando coincidieron ambas aves y libre sigue siendo el búho después de aquel encuentro, si no se le encierra en una jaula junto a esa ave exótica es por temor a que huya y no redirija su vuelo de regreso nunca más, por ello cada que vuelve al nido que se ha preparado para ambos, sigue disponible y esta justo como lo dejo en su partida, ya que después de volar en la soledad que la intemperie suele dar, siempre es bueno regresar a un calor de hogar, ninguna otra ave, entrara ni tomara su lugar así tarde meses en regresar (lo que tardan sus migraciones) pero el ave exótica le espera viajando en su ausencia regresando en su espera, aunque el búho no sea de la misma especie que la ave exótica, tiene cierta peculiaridad que es agradable le es agradable a su compañía, el vislumbrar a ambas aves juntas es un show, sentir sus plumajes admirar su belleza cuando están juntas (esa hermosura que nadie más puede percibir, ni vislumbrar, es deleitoso).
Libres eran el ave exótica y el pequeño gran búho, libres son para volar separados y el ave exótica tan libre es, que suele elegir solo la compañía del búho y su madurez, aunque no sean de la misma especie, el ave exótica le encanta regresar a su espera (cuando presiente que la migración del búho esta por terminar) y cuando ve su cercanía revolotea sin parar hasta su lado estar, podrá volar varias millas en soledad pero solo a lado del búho le gusta estar acompañada para emprender el vuelo y postrarse en el nido cuando ambos cansados de sus viajes fríos y solitarios están; tan rara es esa ave exótica tan ermitaña con otras aves (aun siendo de su misma especie) que es tan extraño verle tan cerca del búho, (nadie lo podría concebir, pero a ella no le importa), cuando abren sus alas para darse calor con su hermoso plumaje y juntan sus cuerpos es un momento especial (aunque al principio es rara su readaptación, pero siempre termina en algo tierno sus alas entrelazadas intercambiando calor con los ojos cerrados, es cuando duermen juntos se mimetizan y se vuelven uno), pero esa ave exótica es tan extraña, rara y libre que elige al búho y se le ve alegre a lado de su acompañante distante y ermitaño (como ella), pero ella sabe y respeta que cuando el búho emprende su vuelo lejos, distante y solitario debe darle su espacio y libertad, para que después de que se canse de esa soledad piense en regresar volar y anidar junto a ella, ya que es la única compañía extraña que le gusta tener a su lado ya que cree que si no le obstruye el vuelo el búho el siempre recordara como volver a su compañía.
Libres son, y libres serán y esa libertad les permite elegir acompañarse una vez más, hasta que una de las aves quede atrapada en alguna jaula que no les permita regresar, para encontrarse, volar y anidar juntos una vez más.
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